Aunque parezca sacado de la ciencia ficción, Microsoft, el gigante de la informática lanzó una comunicación que a primera vista es realmente impresionante. Revelado en la Wharton Business Technology Conference, la campaña “Future vision 2019” contempla, lo que según Microsoft se avecina – año 2019 – en cuanto a la interacción con las tecnologías de comunicación y productividad global digital. Otro paso más hacia la imparable transformación digital empresarial.
¿Visión de futuro o realidad?
Esta recreación del futuro es sin duda la proyección de un mundo donde la tecnología estará integrada a las cosas que nos rodean y que utilizamos habitualmente. Fundamentada en aplicaciones que ya conocemos, pero que aún necesitan de más desarrollo e investigación para llegar al punto que se muestra en estos elaborados vídeos que representan el ideal de muchos en cuanto a la globalización informática.
¿Qué nos espera?
De acuerdo con la visión del gigante del software, las nociones que sobresalen son la interconectividad en toda clase de superficie y objetos, empezando por mesas, pantallas, ventanas, pisos, y sin ninguna limitación aparente. Habrá tazas que dan la temperatura y la cantidad de líquido que contienen, periódicos electrónicos tan delgados y flexibles como el papel; todos con funciones inalámbricas y multitouch incorporadas.
Superficies que sirven de monitores y que se pueden controlar tanto con el tacto como haciendo gestos en el aire. Esto también permite la comunicación en vivo entre aulas de clases en cualquier parte del mundo, con animación táctil y traducción en tiempo real. Habrá toda clase de displays, móviles, tabletas, mini proyectores, todos debidamente interconectados y con tecnología Bluetooth incorporada que nos permitirán realizar casi todas las tareas imaginables.
Enormes implicaciones
Dentro de la perspectiva empresarial, las aplicaciones de semejantes novedades serían prácticamente ilimitadas. Todo sería digital y conformaría una enorme red de datos a la cual podría accederse en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo.
Las relaciones económicas, políticas, educativas y sociales serían en tiempo real, y sin necesidad de traductores. Asimismo, implicaría una gestión documental basada en la interacción instantánea, precisa y eficiente que cualquier empresa soñaría tener.
¿Impresionante no?.