Dentro del mundo empresarial, la impresión se ha convertido en algo imprescindible. No solo se trata de una necesidad, sino de la oportunidad de obtener mayor rentabilidad a largo plazo y hacer que cualquier negocio intensifique sus ventas.
Las tintas metalizadas son aquellas que otorgan la posibilidad de agregar brillo y color a una impresión. Un brillo diferente, un brillo capaz de llamar la atención. Es una manera de mejorar una determinada campaña de marketing offline o la propia visibilidad dentro de un local.
¿Qué es la tinta metálica?
Se trata de una tinta de impresión con partículas metálicas y reflectantes. Esto otorga una apariencia única. Estos detalles metálicos se componen, por lo general, de zinc, bronce, cobre y aluminio. Los colores pueden ir de la plata, al oro, rojos, azules y un largo etcétera. Es decir, se puede mezclar para dar el tono que se quiera conseguir.
Cuando la tinta está completamente seca, el efecto deseado consigue realzar el color y brillo. Este tipo de tinta resulta un elemento capaz de aportar valor a logotipos de empresas o merchandising. Desde textil, hasta letreros o tarjetas.
¿Qué colores y tipos de tinta metálica hay?
Ésta tiene sus colores estándar, pero como hemos dicho, se puede agregar un poco de brillo extra a más de 500 colores disponibles. Esto es debido a que la mayoría de los colores normales se pueden convertir en tinta metálica si se hacen una serie de procesos adecuados.
¿Qué beneficios aporta?
Los beneficios de elegir la tinta metálica son aparentes: se puede lograr un resultado personalizado, no solo en textiles, sino en muchos otros tipos de materiales. Combinando los colores y las diferentes opciones de diseño, ya son muchas las empresas que buscan diferenciarse de la competencia mediante tintas metálicas.
Este tipo de tinta puede convertir un logo común, en una pequeña obra de arte. Un elemento, de esos, a los que gusta mirar y jugar con los brillos que ofrece. Y es que, todos sabemos que marcar la diferencia en un mundo tan competitivo como el de las empresas, es vital para alcanzar las primeras posiciones dentro de un determinado sector.
Ejemplos de uso
A la hora de usar una tinta metálica, como hemos dicho, existen cientos de posibilidades, pero vamos a ver algunos ejemplos para ayudarte a entenderlo un poco mejor.
Imagina que quieres atraer a un determinado sector de la población. En este caso, sería el público adolescente. Un público exigente que está acostumbrado a las novedades y al que no todo le sorprende. Ante un mismo logotipo, ¿Cuál elegirá? ¿Un logotipo con colores atractivos pero corrientes, o un logotipo con colores atractivos y metalizados? La respuesta es obvia.
Gracias a su capacidad de adaptación, la tinta metálica puede personalizarse y escoger el tono ideal para cada tipo de público.
Son tendencia
Los colores metálicos se están abriendo paso hace años, pero hoy, resultan casi un imprescindible si se quiere marcar la diferencia. Ahora las empresas suelen usar colores metálicos en sus envases, empaquetados o documentos en papel. Algo que les brinda una gran ventaja corporativa.
Y es que no solo es tendencia por ser diferente, es tendencia porque los humanos tendemos a sentirnos atraídos por colores brillantes. Algo que tiene un claro componente psicológico. Asociamos el brillo con el poder y la magia.
4 datos interesantes sobre las tintas metálicas
- Las tintas metálicas funcionan mejor sobre una superficie lisa y en grandes áreas de texto. Es decir, en rótulos de gran tamaño. Es por ello que elegir este tipo de tinta para letras demasiado pequeñas, puede dificultar su lectura.
- En general, los estampados en tonos metalizados dan mayor claridad a la imagen. Es por ello que suele utilizarse en el terreno textil.
- Antes de decir que la tinta metálica es para ti, consulta con un experto el color que buscas. Aunque el abanico de posibilidades es amplio, no todos los colores metálicos ofrecen buenos resultados.
- También es importante asegurarse de que la impresora con la que se emplea este tipo de tintas, está preparada para hacerlas funcionales.
- En caso de elegir esta tinta para prendas o textiles, también es relevante conocer los tejidos que mejor se adquieren a la misma. El algodón suele ser uno de los más recomendados.
- Las tintas metalizadas también permiten hacer degradados de color, igual que con la tinta directa común.
- A diferencia de lo que se puede pensar, la tinta metálica no supone un gran incremento de dinero. Sobre todo, si lo comparamos con los beneficios que puede aportar a la marca.
Ricoh y la serie metálica
Hace más de 5 años, Ricoh lanzó al mercado la serie Ricoh Pro L4100. El primer modelo en conseguir la certificación Color-Logic. Este modelo está certificado para usar el proceso Color- Logic. Un estándar de color de efecto metálico ideal para aplicaciones relacionadas con el marketing o para estrategias originadas a definir una imagen de marca competitiva.
Gracias a sus propias tintas, cuentan con la máxima generación de cabezales de impresión de gota. Es decir, puede dispensar pequeñas gotas de látex y trabajar con vinilos metalizados o transparentes, así como soportes de visualización retroiluminada o sustratos de poliéster.
En definitiva, si sabes la manera de utilizar correctamente las tintas metalizadas, podrás obtener grandes beneficios con ello. Una tinta nacida para ser diferente, para crear una imagen corporativa de la que sentirse orgullo y, al fin y al cabo, para hacer que los clientes o usuarios de la propia marca se sientan únicos.