Las expectativas de los clientes , de hoy en día, son más altas que nunca, vivimos en un mundo donde «el tiempo es oro», los procesos cada vez son más eficaces y los clientes requieren de rapidez y comodidad en sus gestiones. Si logramos reducir los tiempos de espera de nuestros clientes, no solo aumentaremos la satisfacción de ellos, sino que aumentaremos la eficiencia de nuestro proceso, lo que se traduce en un mejor desempeño financiero para el negocio y una mayor satisfacción para el cliente.