Yo no necesito una fotocopiadora. Mi empresa es muy pequeña… ¿Estás seguro?

El concepto de fotocopiadora como tal, ha variado y de qué manera. En pocos años se ha convertido en un artilugio inteligente que no sólo copia, sino que escanea, imprime, lo puede hacer sin cables, envía fax y otras muchas tareas y todo ello a golpe de un solo click de ratón.

Soy de los que pensaba que para mi negocio, con una impresora multifunción con cartuchos compatibles era más que suficiente.

Así estuve un  tiempo, hasta que alguien me dijo… si había echado cuentas del coste económico de los cartuchos de tinta, limitación de la máquina en su uso y otros detalles técnicos al margen de algo que aprendí hace mucho tiempo que es el mayor de los costes “mi tiempo”

 

Me pregunté:

  • ¿Haces copias? No demasiadas.
  • ¿Imprimes? Sí, desde luego y bastante. Tanto en color como en bmultifunction-printerlanco y negro.
  • ¿Envío fax? Sí, claro, aunque la mayoría de las ocasiones ya hago todo por correo electrónico pero sigo enviando.
  • ¿Escaneo documentos? Bueno, ese es mi talón de Aquiles. Es una norma para nosotros, escanear todos los documentos importantes, al margen de tenerlos en papel. Para mi es básico, a la hora de tener siempre un segundo documento al que acudir, y en caso de tener que enviarlo, está en su carpeta, cualquier usuario lo puede localizar.

 

Sin embargo, no me  había planteado la compra porque no es la característica principal de uso, aunque realmente lo que estoy haciendo es sustituir copias por “copias de las impresiones”.  Así mismo, escaneo los documentos uno  a uno, pero a costa de la solvencia de mi secretaria.

Sin embargo, quiero eficiencia y eficacia.  Quiero rapidez y a ser posible que pueda escanear varios documentos a la vez.

En realidad, una vez que me planteé esto, me dije:   ¿Para qué me planeo comprar una fotocopiadora si en realidad hago pocas copias? Por eso creo el gran cambio de estas máquinas es el haber evolucionado de meras fotocopiadoras de documentos a eficientes sistemas multifunción que son asistentes de oficina.

Hoy en día al margen de la importancia en  realizar copias, la cuestión es el uso que se le da como impresora y como escáner.

Lo que antes era hacer… cinco copias, ahora, como he dicho anteriormente,  es imprimir cinco copias y lo que imprimía para archivar, ahora en muchas ocasiones ha evolucionado a escanear para archivar el “pdf”

A todo ello, le pedimos  que se haga con calidad. Ahí es donde las máquinas multifunctintaionales cobran su valor.

Una multifunción “casera” lo que era mi antigua impresora, para trabajo en caso me saca muy bien del apuro, pero a poco que le ponga una marcha más, me va a costar un dinero en tinta y posiblemente si la fuerzo, en reparaciones. ¿Y mi tiempo? Somos muy dados a no valorar el coste de nuestro tiempo y para mí, es superior al coste material de las cosas.

Con esta reflexión, me dije: ¿Qué me aportaría comprar una máquina  profesional adaptada a mis necesidades? Pues va a depender principalmente de dos factores: economía y uso.

Cuánto me va a costar y cuál va a ser su uso.

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Decir que fui ejecutivo en  dos grandes multifuncionales a nivel mundial del sector de fotocopiadoras en los años 90. Por lo que algo de negocio conozco, pero claro, lo que antes era prohibitivo ahora está al alcance de cualquier Pyme y autónomo.

Antes comprar un alimentador de páginas era caro, caro, y un alimentador para escanear, sencillamente no existía sino en las supermáquinas de cientos de miles de las extinguidas pesetas.

Hoy en  día prácticamente ya no son extras sino que en muchos modelos ya vienen con la máquina.

Creo que el valor principal para decidirse, al margen de que su coste inicial es muchísimo más bajo, es el mantenimiento. Aquí sí que entra en vigor la marca y el servicio que se tenga en tu localidad.

Me decidí por una Aficio de Ricoh, con las características anteriores, y un modelo pequeño. La compré en Copimar, en Valencia, Agente de Ricoh (curiosamente, una marca que no conocía personalmente) y hoy por hoy, la satisfacción es global.  Ya son tres años. Me he olvidado de levantarme mil veces a escanear documentos y de controlar el gasto de tinta. El mantenimiento es, desde mi punto de vista, muy equilibrado en administración se olvidan, dedicándose a otras cosas.

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Es curioso que haya pasado de negociar con  grandes copiadoras a casi olvidarme del sector y convertirme en un consumidor, sabiendo lo que ahora necesito para mi negocio.

No escribo este post por encargo de Copimar, ni mucho menos, sino que me lo propuse como curiosidad en mi propia historia y por satisfacción con los resultados. Obviamente, cuando estoy contengo con alguien con lo que me proyecta, me gusta que lo sepan y por eso  les permito que lo utilicen para este post.

Pepe Aguilar

Gerente

Mudéjar Grupo de Comunicación y servicios jurídicos

www.mudejargrupo.es

 

Yo no necesito una fotocopiadora. Mi empresa es muy pequeña… ¿Estás seguro?

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