Las revistas proponen esa lectura rápida que nos permite no perder esta hermosa y necesaria costumbre, sin necesidad de absorber nuestro valioso tiempo. Gracias a ellas nos mantenemos al día de la actualidad y también nos enteramos de curiosidades que la ciencia va descubriendo para sorprendernos y mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, hay algo más aparte de la calidad del papel y de la mejor tinta para tomar en cuenta; estamos hablando del diseño. Veamos cómo diseñar una revista para que la impresión se luzca como debe.
Cómo diseñar una revista para que se vea impecable
- Múltiplos de cuatro: la cantidad de páginas debe siempre ser múltiplo de cuatro. La razón yace en que la revista se confecciona tomando una hoja y doblándola a la mitad, lo que nos ofrece cuatro carillas. Por lo tanto, para entender cómo diseñar una revista el primer paso es tomar en cuenta el número de páginas.
- Las páginas en blanco cuentan: es muy improbable que decidamos comenzar un índice o un artículo en el reverso de la portada o en el anverso de la contraportada. No obstante, esas páginas tienen su número correspondiente, incluso aunque por razones de estética dicho número no se imprima. La portada es la página número uno, por lo que su reverso es la página dos y la primera que solemos leer es la tres. Debemos tener esto en cuenta para la numeración correcta.
- 300 ppp: se recomienda que las imágenes cuenten con 300 ppp. Esta medida garantiza uniformidad y calidad. Para aprender más acerca del píxel y cómo este influye en tus impresiones, lee este artículo.
- Pdf: el archivo con la revista ya escrita, con sus fotos y diagramada, se envía a la imprenta en un formato pdf. Este es el formato que las imprentas necesitan para poder dar inicio al proceso de impresión de forma exitosa.
- Especificar la sangría: algunos diseños de revistas tienen textos y fotos con sangría. En tal caso, todas las sangrías deben ser iguales a lo largo de la totalidad de las páginas que conformen la revista. La razón es que dicha uniformidad permite cortar el papel a la misma altura y así evitar que las imágenes queden con un hilo blanco en sus costados. Debemos indicar en el documento cuántos milímetros se han dejado de sangría.