Como consecuencia del crecimiento de las tecnologías y la globalización los riesgos de seguridad también aumentan, y resulta indispensable la actualización en desafíos y soluciones en ciberseguirdad.
España se sitúa entre los tres países que más ataques online enfrenta. La cifra de ciberataques alcanza a un tercio de los españoles y representan pérdidas de 2,1 mil millones de euros.
Desde el robo de la información hasta la suplantación de la identidad o phishing, la ciberseguridad se ha convertido en una pieza fundamental para reducir el riesgo de en empresas.
Las fuentes de los desafíos en ciberseguridad
Más allá del tamaño de la empresa, los dispositivos que se utilizan y el espacio donde se desarrollan las actividades, la ciberseguridad tiene tres aspectos:
- El tecnológico, cuya solución se concentra en software antivirus, barreras, cortafuegos.
- Los procesos, cuyo abordaje debe darse la revisión regular de los procesos informáticos para evitar brechas y riesgos potenciales.
- Las personas, para lo que se requiere fortalecer habilidades informáticas y tomar conciencia de la ciberseguridad.
Soluciones para enfrentar los desafíos
Si bien a escala global se buscan soluciones para la defensa en ciberseguiridad, en particular investigando los tipos de ataques y amenazas, los sistemas de control y las herramientas de defensa no resultarán efectivos si en la empresa falta una cultura de ciberseguirdad.
Por eso, es indispensable fortalecer las habilidades de las personas que llevan a cabo cada una de las tareas y la actualización de quienes llevan los procesos informáticos, así como de quienes están a cargo de la seguridad cibernética.
Para la seguridad tecnológica, existen soluciones que proporcionan los dispositivos, las aplicaciones e incluso los propios entornos cloud, resultando sencillos, estables y asequibles.
Para establecer objetivos y un plan de correcciones, Ricoh cuenta con la auditoría Digital Secutiry Audit, que ayuda a detectar las carencias en seguridad e identificar las medidas correctivas para minimizar los riesgos.
Se trata de una forma simple y económica de conocer qué medidas pueden incorporarse y cuándo, con un plan desarrollado a la medida de la empresa.