¿Cuál es el mayor reto de los colaboradores de una organización? No es la calidad ni lograr la satisfacción del cliente, sino los plazos. En el pasado, estos solían dividir a los diferentes integrantes de una empresa. La competitividad se volvía encarnizada para conseguir ser un empleado ejemplar al entregar las consignas a tiempo. Esto generaba rivalidades innecesarias entre quienes se suponía debían proferirse solidaridad y compañerismo. Afortunadamente, gracias al cambio de paradigmas, hoy en trabajo individual ha perdido fuerza y vigencia. En su lugar se ha instaurado el trabajo en equipo, para el cual es necesario utilizar las herramientas colaborativas.
¿Qué son las herramientas colaborativas?
Las herramientas colaborativas son los diversos software destinados a unir a las personas. A través de ellos se puede participar en reuniones, videoconferencias, crear conocimientos, compartir información e intercambiar ideas. Todo esto de forma remota. Son el motor generador del trabajo remoto y representan múltiples beneficios. Tanto las compañías que las utilizan como los colaboradores se ven ampliamente beneficiados a partir de su implementación.
Beneficios aportados por las nuevas herramientas para la colaboración
- Aumento de la productividad: su uso sustituye al correo electrónico mediante la posibilidad de compartir la información documental en tiempo real. Esto permite ahorrar tiempo y detonar la productividad.
El campo más fértil para estas herramientas es el digital workplace. Conócelo aquí mismo.
- Impulsa la organización: la comunicación no solo se realiza entre los miembros del equipo de trabajo. Es posible invitar a los clientes a participar en la comunidad que se forma dentro de los programas. En ellos cargamos la información y nuestros clientes acceden. De esta manera, la persona para la cual estamos llevando a cabo un proyecto, podrá ver su avance en tiempo real. Es así que la empresa gana en transparencia y credibilidad.
- Reducción de costes: en primer lugar, la mayoría de los programas en la nube que nos permiten trabajar de forma remota, son gratuitos. Por otro lado, tenemos que es posible contar con la colaboración de freelancers. Dichos colaboradores cuentan con su propia empresa y nos facturan por servicio o de forma mensual. También es posible contar con los servicios de un profesional que resida en el otro lado del mundo. Esto no tendría ningún coste extra para nosotros. Por último, podemos disponer de nuestros propios colaboradores de forma remota. De esta forma, eliminamos el coste mensual de la renta de una oficina.