La sostenibilidad no es más que el equilibrio entre una especie y los recursos de su entorno, de manera que se garantice el aprovechamiento de los recursos para las futuras generaciones.
Para lograr esto hace falta un esfuerzo mancomunado entre los fabricantes de los productos ofimáticos y los usuarios finales, es decir, las empresas que compran estos equipos para su aprovechamiento en oficinas o negocios. Éstas hoy en día son conscientes de los impactos de sus productos en el medio ambiente y, por tanto, buscan el desarrollo e innovación de productos cada vez más eco-amigables.
La alineación de estos gigantes ofimáticos hacia objetivos más “verdes” es una realidad.La búsqueda constante de eficiencia energética en sus dispositivos es palpable como parte de su contribución a los objetivos de sostenibilidad. En otras palabras, están enfocados a la producción de dispositivos que nos dan la misma productividad con un menor grado de consumo energético. La tendencia actual es la mejora en el rendimiento del hardware a través del software.
¿En qué podemos ayudar?
Los grandes fabricantes siguen avanzando en función de este objetivo. Por nuestra parte quedan cosas por hacer, la gestión documental es una de ellas. Esta juega un papel muy importante dentro de los resultados de nuestra empresa para con el medio ambiente. La disminución del uso del papel, tinta y energía es parte de la optimización de los recursos de nuestra empresa y, además de ver el beneficio económico a través del ahorro de estos bienes, estamos aportando un granito de arena a la reducción del impacto medioambiental.
Otra de las acciones que podemos tomar es aplicar un plan de reciclaje. Bien es sabido que hemos dado algunos pasos por la mejora de esta operación, aunque es meritorio aclarar que el reciclaje no sólo se limita a papel, cartón, vidrio o plástico, sino también al reciclaje de productos ofimáticos fuera de uso: ordenadores, teléfonos, fotocopiadoras, escáneres. Muchas empresas guardan en sus almacenes equipos obsoletos que pueden ser reciclados en busca de materiales que,probablemente, puedan tener un segundo uso, tales como el cobre y el plástico de sus componentes.
Estas pequeñas acciones, aplicadas por cada uno de nosotros, contribuyen en alguna medida a la reducción de los efectos dañinos sobre el medio ambiente. Deben verse como un esfuerzo en conjunto de todos los habitantes de nuestro planeta.
Recuerda que tener una conciencia verde no es una opción, es una necesidad