Décadas atrás se comenzó a plantear lo que hubiera significado la debacle para la clase trabajadora: el fin del trabajo. Numerosos autores plantearon la desintegración del sistema laboral en pro de las máquinas. Sin embargo, la realidad ha virado hacia confines insospechados de la actividad humana, lo que ha hecho que hoy en trabajo esté en auge. Día a día se crean nuevas carreras destinadas a satisfacer las necesidades de un mundo que parece habernos tomado por sorpresa. El trabajo está muy lejos de terminarse, por lo que cabe plantearse hacia dónde girar el volante de nuestra vida laboral. Hoy debemos hablar del futuro del trabajo, el cual es definitivamente al lado de la computación.

Sin embargo, otro paradigma se ha caído para dar lugar a una nueva realidad: el empresario ya no es quien pone las reglas de juego, sino que estas se dividen entre los clientes y los colaboradores. Seguramente ya sabes cómo lidiar y de qué forma fidelizar a los primeros, pero ¿ya conoces lo que tus empleados esperan de ti? Descúbrelo y pon en marcha el cambio.

El futuro del trabajo – los empleados marcan la cancha

• Rol activo en causas sociales: el futuro del trabajo está marcado por la expectativa de los empleados de la empresa con respecto a la participación activa de esta en causas sociales. Una organización no es una isla, sino parte de una comunidad. Por lo tanto, quienes pertenezcan a ambas, querrán que el lugar para el que prestan servicios logre involucrarse de manera concienzuda en actividades sociales.

• Sostenibilidad: de acuerdo a la concepción de los empleados, la empresa deberá asegurar llevar a cabo las mejores prácticas para garantizar la preservación del medio ambiente y de los recursos naturales.

¿Sabías que a tus empleados les gusta jugar? La gamificación se está abriendo paso en la empresa actual y Lego Serious Play es un perfecto ejemplo de cómo llevarlo a cabo.

• Puestos de relevancia: la tecnología no ha aparecido para saquear los puestos de trabajo, sino para liberar a los trabajadores de tareas rutinarias, alienantes y, en cierta medida, deshumanizantes. Por ende, cabe esperar que tus colaboradores estén a la espera de un puesto de trabajo digno, interesante y gratificante. El concepto «yugo del trabajo» pasará a formar parte del vocabulario empleado en el español antiguo.